miércoles, 20 de abril de 2011

Nueva década, nuevas reglas

¿Hay alguien ahí? ¿Por algún casual todavía quedan personas que entren en este rinconcito de la red perdido de la mano de dios? Si es así, me alegro.
Hace mucho tiempo desde la última actualización, lo se; pero cuando uno pasa por un periodo de sequía creativa suele ocurrir que no encuentra ninguna idea para escribir. Me diréis que los temas que acostumbro a tratar tampoco necesitan de una especial creatividad ni imaginación, tenéis razón; no obstante, tampoco quiero limitarme a aburriros con mi vida diaria porque, sinceramente, ni a vosotros os interesará ni yo tengo intención de que sepáis de mi mas de lo estrictamente necesario.
En fin, mientras trabajo en un proyecto con el que espero dar un soplo de aire fresco a este blog, intentaré actualizar más a menudo, sin largas pausas como ha ocurrido en esta ocasión.
Y, entrando de una vez en materia, regreso por todo lo alto con un tema por el cual, algunos de vosotros, podríais tildarme de friki o antisocial: ir solo al cine.
Hoy, sin ir mas lejos, estaba aburrido en casa y me he decidido a ir solo al estreno de "Scream 4". Si, soy un sentimental y no me ha importado pagar por ver la nueva entrega de una saga que me ha hecho pasar buenos ratos en el pasado. Lo cierto es que la película ha estado bastante bien, más de lo que esperaba, y os la recomiendo si queréis pasar el rato con una película de terror a la vieja usanza, entretenida y sin pretensiones.
No obstante, este no es el tema a tratar. 
En la actualidad, ir al cine se ha convertido en una práctica social, ya sea con la familia, con amigos o con la novia, lo normal es ir con más gente y no es habitual ver a alguien yendo solo a ver una película.
Yo disfruto acudiendo solo al cine. Me ahorro muchos quebraderos de cabeza que se producen cuando uno va en grupo: no he de ponerme de acuerdo en que película ir a ver, ni que sesión, ni nadie llega tarde y me toca entrar a la sala una vez empezado el film. Llamadme borde, pero si se supone que vas al cine a ver la película, no necesitas a nadie más al lado para realizar tal actividad.
Ojo, no penséis que soy un ermitaño que rehuye el contacto humano. Disfruto también al ir al cine acompañado, no obstante, me parece que ir solo debería ser algo que no extrañase a los demás cuando se lo cuento.
Por eso os digo: id solos al cine algún día; no os comáis la cabeza intentando encontrar a alguien que os acompañe, cuadrando horarios y haciendo malabarismos con la agenda. Simplemente buscad una peli que os interese, comprad la entrada y disfrutad de ella. Ya me contaréis.
¡Un saludo para todos!